Todavía existen algunas dudas sobre las sanciones a quienes incumplan, pero las infracciones leves podrían acarrear multas de hasta 60.000 euros.
A partir de la medianoche del martes 9 de agosto, el aire acondicionado de determinados edificios deberá estar a una temperatura no inferior a 27 ºC y las luces de los escaparates deberán apagarse a las 10 horas todas las noches. Esto se debe a que las dos primeras partes del plan de ahorro energético del Gobierno, aprobado la semana pasada, están entrando en vigor, a pesar de la oposición de la oposición política y las críticas de algunos sectores que temen que las medidas tengan un efecto negativo en sus negocios.
Lo que esto significa es que desde el miércoles y hasta el 1 de noviembre de 2023, los termostatos de los edificios públicos, tiendas y grandes almacenes, aeropuertos, estaciones de tren y autobús, espacios culturales y zonas comunes de los hoteles podrán programarse a no menos de 27C en verano, y la calefacción no se puede ajustar por encima de 19C en invierno.
Esta normativa no se aplica a los restaurantes ni a los gimnasios, porque la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, dijo la semana pasada que la restricción de temperatura se puede aplicar «con flexibilidad» para cumplir con la legislación laboral al prevalecer sobre el Real Decreto, y Permite temperaturas de 25C en lugares de trabajo donde hay movimiento continuo. También están exentos los centros de salud, centros de formación, peluquerías, lavanderías y medios de transporte (trenes, aviones, barcos, etc.).
A partir del 2 de septiembre, los lugares donde sí se apliquen los límites de temperatura también deberán colocar carteles informativos sobre las medidas que se están aplicando y sus termómetros deberán estar a la vista de los usuarios.
También desde este miércoles, las luces de los escaparates y de los edificios públicos desocupados deberán apagarse como muy tarde a las 22.00 horas, si bien la iluminación decorativa de los monumentos queda exenta de la norma salvo que se trate de edificios públicos desocupados.
Según la nueva normativa, el 30 de septiembre es el último día para cumplir con la tercera parte principal del plan: las empresas deberán tener un sistema de cierre de puertas para entonces, para evitar el desperdicio de energía.
Todavía existen algunas dudas sobre las sanciones a las personas que incumplan las medidas, aunque fuentes de los Ministerios de Industria y Economía han indicado que serán las mismas que prevé el reglamento de instalaciones térmicas en los edificios.
Estos prevén multas de hasta 60.000 euros por infracciones leves, hasta seis millones de euros por infracciones graves y 100 millones de euros por infracciones muy graves. Las mismas fuentes también han dicho que creen que es probable que cualquier infracción se considere menor.
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