Los socialistas y la extrema izquierda ganaron alrededor de 153, pero es más probable que negocien con vascos y catalanes, como lo hicieron en 2020.
Para realizar un referéndum, Sánchez, que se opone a la independencia de Cataluña, necesitaría cambiar la constitución española con el apoyo del parlamento, lo que es poco probable que logre.
Otorgar la amnistía está dentro del poder del primer ministro, pero la medida es políticamente tensa.
Sánchez ya ha sido criticado por perdonar a los líderes catalanes encarcelados.
Jordi Turul, secretario general de Juntos por Cataluña, dijo que su partido aprovecharía la «ventana de oportunidad» creada por las elecciones para impulsar la independencia.
«Si quieren negociar con nosotros, el Gobierno sabe que hay dos temas que son fundamentales para construir un consenso en Cataluña», ha dicho en una entrevista con la emisora de radio RAC1.
Difícil de negociar
José Ignacio Torreblanca, jefe de la oficina de Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo que cualquier acuerdo entre los socialistas y Puigdemont sería difícil de negociar.
«Sánchez puede intentar conseguir la ayuda de Puigdemont, pero no será fácil. Tiene que hacer más concesiones a Cataluña. No es posible un referéndum ni una amnistía», dijo a The Telegraph.
Las conversaciones sobre un acuerdo en Gibraltar se estancarán sin un gobierno en Madrid, lo que aumenta la incertidumbre para los 34.000 residentes del Peñón.
Los analistas dijeron que la perspectiva de semanas de luchas políticas internas podría frenar la economía, que se ha ralentizado desde el repunte posterior a la pandemia.
Los esfuerzos para encontrar un nuevo gobierno ya han comenzado, pero cuando el parlamento regrese el 17 de agosto, los políticos tendrán dos meses para formar otro gobierno u otra elección.
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