La inflación se está moviendo en diferentes direcciones en Europa, subiendo en Alemania y cayendo nuevamente en España, dijeron cifras oficiales el jueves.
Los precios al consumidor de Alemania subieron un 6,8% en junio, frente al 6,3% de mayo, dijo la oficina estatal de estadísticas Destatis. Los analistas dijeron que la cifra se vio impulsada en parte por una oferta ampliamente utilizada de boletos de tránsito baratos el verano pasado.
El aumento en la mayor economía de Europa se produce un día antes de que se publiquen las cifras de inflación de los 20 países que utilizan el euro. La inflación en la eurozona se está desacelerando desde su máximo del 10,6% en octubre al 6,1% en mayo.
Pero eso todavía está por encima del objetivo del 2% establecido por el Banco Central Europeo. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió que la inflación se mantiene lo suficientemente estable como para justificar al menos un aumento más de las tasas de interés en la reunión del banco del 27 de julio.
Las altas tasas de interés son la principal herramienta de los bancos centrales contra la inflación.
Mientras tanto, la menor inflación de alimentos y energía hizo que el índice de precios al consumidor de España aumentara solo un 1,6% en junio, por debajo del 2,9% de mayo.
Adrien Bretjeon, economista europeo de Capital Economics, dijo que es poco probable que la baja tasa española influya en la toma de decisiones del BCE porque «los factores específicos de cada país hacen que la inflación española sea mucho más baja que la de otros países».
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